viernes, 12 de febrero de 2010

Las tres reglas de oro del Doctor Shioya

Cuando cumplió 105 años a un prestigioso médico japonés llamado Shioya, que poseía una salud de hierro, le preguntaron cuál era el secreto de su longevidad. Él contestó que desde su juventud llevaba a rajatabla tres reglas básicas. La primera, pensar positivamente acerca de todo; la segunda, nunca olvidarse de dar las gracias; y la tercera, no refunfuñar. El doctor Shioya fue una prueba viviente de que los pensamientos positivos son un factor clave para mantener la salud del cuerpo y la mente. Si nos enfocamos sólo en lo positivo, atraemos oportunidades y desterramos amenazas. La gratitud es otro sentimiento esencial para generar y atraer vibraciones positivas a nuestro organismo. Dar las gracias hasta por las cosas más pequeñas desencadena una energía de fuerza incalculable a nuestro alrededor. Y si además, como el doctor Shioya, no perdemos el tiempo en quejarnos, crearemos una fuerza positiva que reforzará nuestra salud física y mental. Cuando conocí las tres reglas de oro del doctor Shioya, me propuse aplicarlas en mi vida. Aún me cuesta, reconozco que algunas veces muchísimo, pero he conseguido reducir notablemente mis quejas y excusas, aumentar el número de veces que pronuncio la palabra “gracias” y he conseguido ver en más ocasiones ese lado positivo que tantas veces se oculta a primera vista. Años después, os aseguro que funcionan. Me he vuelto una persona más optimista, más positiva. Los problemas no me parecen tan graves, las desilusiones procuro verlas cuanto antes como un nuevo punto de partida y los fracasos procuro convertirlos en la antesala de un nuevo reto.
Y os confieso otra cosa, además aplico estas tres reglas básicas a mi trabajo, no sólo en mis relaciones personales con mis colaboradores y clientes, sino también en todas las campañas que pongo en práctica con mi equipo. Desde la creación de la idea hasta la ejecución de las diferentes piezas. Cuanto más pienso en positivo, más agradezco las aportaciones ajenas y menos refunfuño, mejores ideas salen de nuestra pequeña agencia. Parece magia pero es real. La energía positiva es contagiosa y funciona; nos hace más fuertes, más sanos y más creativos. Gracias, doctor Shioya.